AUMENTO DEL TAMAÑO DEL TEJIDO ADIPOSO
“La obesidad ha sido asociada con una perturbación en el perfil secretador, tanto del tejido adiposo como del adipocito. El tejido adiposo se compone de adipocitos y estroma, junto a numerosas células que conforman el microambiente celular. El adipocito es la célula principal del tejido adiposo. El adipocito puede desarrollarse mediante dos procesos: por hipertrofia (aumentar su tamaño) y por hiperplasia (aumentar su número).
La obesidad es un proceso influenciado por muchos factores y que la sola exposición a una dieta alta en grasa hace que las células precursoras comienzan a proliferar a nivel visceral. En la niñez y adolescencia el proceso dominante es la hiperplasia en determinados estadios. Mientras que en la adultez es más común alcanzar un mayor tamaño en el adipocito por hipertrofia reflejado en el desarrollo de tejido adiposo subcutáneo que notamos como ganancia de peso. No quiere decir que ante una sobre ingesta crónica, un niño no pueda desarrollar hipertrofia adipocitaria y generar las mismas perturbaciones del adulto.
El problema de esta situación es comprometer la integridad del adipocito hipertrofiado en exceso, ya que modifica tanto su comportamiento metabólico como las adaptaciones en el tejido, alterando el microambiente celular, y generando un estado de lipo-inflamación. Este fenómeno inflamatorio afectaría la circulación de otros tejidos, generarían otras alteraciones que darían lugar a una condición inflamatoria sistémica de bajo grado.
Asimismo, las células adiposas de los diferentes depósitos grasos, presentarán un determinado tamaño promedio, una mayor o menor capacidad para la hipertrofia y / o hiperplasia que se relaciona con el acumulo de obesidad a nivel central como el mejor predictor de las enfermedades cardio-metabólicas asociadas a la obesidad.”
Por estas razones, es fundamental la prevención y aplicar tratamientos destinados a promover buenos hábitos de alimentación y el ejercicio físico saludable. Un programa terapéutico puede ayudar a los pacientes con obesidad a cambiar sus hábitos nutricionales y combinado con el ejercicio físico serían un plan seguro y eficaz para el tratamiento de la obesidad.
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Fuente: Fisiopatología de la obesidad: visión actual
Walter Suárez-Carmona, y Antonio Jesús Sánchez-Oliver. Investigadores Sistema de Información Científica de Andalucía, Universidad Pablo Olavide de Sevilla. España
José Antonio González-Jurado. Facultad de Ciencias del Deporte, Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. España
